jueves, 7 de noviembre de 2013

FIN DEL BLOG


Bueno... se acabó. Admitámoslo, este blog está en crisis. No publico una mísera entrada desde hace meses, no me siento con ganas como antaño para llevarlo adelante, tampoco recibo casi ninguna visita (tampoco se puede decir que me haya preocupado mucho de promocionarlo...) ... así que toca despedirse.

¿Porqué he estado haciendo revisiones de discos? la verdad, quiero dejar claro que en ningún momento he querido ser un crítico que menosprecia grupos, ni postular categóricamente "ésto es mejor que esto otro". Esto significa que me basaba únicamente en mi opinión y si alguien lo ve de otra forma, pues fantástico. De hecho eso es lo bueno de la música, ¿no? no todos la van a entender de la misma forma. Así pues sólo una cosa me ha movido a llevar a cabo estas pocas revisiones: manifestar mi profunda admiración por las músicas que recorren estos lares, ponerlo por escrito de alguna manera. Si, sonará tonto... pero digamos que me sentía mejor, no quería guardarmelo solo para mi. Tenía que escribir "oh, como me gusta esta canción", o "uff este solo es para cortarse las venas". Y si éste afán servía para que alguien se escuchase alguno de los discos, y si encima le llegaban a gustar, vamos.. ¡HALLELUJAH! como diría Buckley.


No se si volveré a escribir por aqui, y de hecho haría falta actualizar alguna info con la que ya no estoy de acuerdo (por ahí el disco X&Y ya no me gusta tanto...), pero eso no significa que tal vez algun dia me sienta de nuevo con ganas de poner de manifiesto mis opiniones sobre algunos discos. ¿Quien sabe? De momento, eso si, no estoy muy por la labor. 


Así que nada. Gracias a ese par de comentarios, a esos Guillem y Belén que estuvieron atentos a mi blog y le dieron una oportunidad a mi música, y a aquel usuario de incógnito que se haya pasado por aqui por casualidad (SÍ, TE ESTOY HABLANDO A TÍ!). Infinitas gracias. 

Escribo esto mientras escucho el final de "The Tourist" de Ok Computer. ¡Que temazo!¿os lo había dicho? 

Arrivederci. Y que viva la música.



lunes, 8 de julio de 2013

Canciones "10":

Esta sección cuenta con algunos temas que, para mi, son canciones 10, es decir, "perfectas" o que rozan ese nivel. Normalmente aúnan 2 cualidades indispensables: Una gran calidad compositiva y un alto grado de impacto emocional en el oyente (léase YO). Un "must have" en toda regla. Eso no significa que estos temas impacten todos a la primera. Algunos me dejaron boquiabierto en la primera escucha pero otros necesitaron un poco de paciencia para que me diera cuenta de lo geniales que son si se les presta atención. Los temas son:

"Paranoid Android", del disco "Ok Computer" (1997), de Radiohead. 
El ejemplo perfecto de ingeniería musical. Este tema cuenta con muchas secciones, dispuestas de tal manera que el oyente escucha, asombrado, sin saber que ocurrirá en los siguientes segundos. Los detalles inhundan al tema de una atractiva atmosfera futurista, se podría decir que con cada nueva escucha puedes detectar un suceso que hasta ahora desconocías. Además, en cuanto a lo emocional el tema también lo borda (los versos "rain down, rain down..." son la cúspide de esta obra arquitectónica). Estos tipos transmiten una soledad, una frialdad que de ninguna manera te podrá dejar indiferente.




"London Calling", del disco "London Calling" (1979), de The Clash.
¿Sabéis? creo que este tema es mi rocker preferido. Un tema que aúna un fuerte carácter antisistema con una composición sangrienta, a base de unas guitarras destripadoras que arrasan con todo (el solo del final me arranca las lágrimas), y para rematarlo, un tío que farfullea de mala gana un par de delirios sobre tomar las calles londinenses. ¡Y LA COSA SUENA TAN BIEN!. Esto es rock, señores. "London Calling" es un clásico, y the Clash una leyenda. Se lo tienen merecido. Cuando escucho este tema me entran ganas de salir a la calle y incendiar un par de fábricas y iglesias. O como dice Strummer... "cause London is burning and... ¡¡I live by the river!!"




"Firth of Fifth", del disco "Selling England by the Pound" (1973), de Genesis.
Realmente no me considero un gran fan de la movida progresiva setentera a cargo de esas bandas dinosáuricas como Genesis, Yes, ELP, Camel... nunca me atrajo todo eso de canciones de 20 minutos (o incluso 50, es decir, todo un disco) llenas de melodías rimbombantes y carácter de música barroca irritante. Sin embargo, hay excepciones. Genesis también pertenecía a este grupo, pero ya que componían música pomposa, por lo menos a veces la podían hacer con buen gusto. Y eso se traduce en crear un vínculo emocional con el oyente. En ese sentido "Firth of Fifth" es una carta ganadora. El estribillo y el solo de guitarra de esta obra monumental se encuentran entre los sonidos más emocionantes que han pasado por mis maltrechos oídos.




"Sir Psycho Sexy", del disco "Blood Sugar Sex Magik" (1991), de Red Hot Chili Peppers.
Mi relación con éste tema es curiosa. Como que BSSM tiene ni más ni menos que 17 temas, y éste está en el 16o puesto, al final del cd ya no prestaba demasiada atención a lo que escuchaba (recién había conocido el disco). El caso es que pasó mucho tiempo hasta que me dí cuenta de su desbordante creatividad. Como que dura 8 minutos es imposible cogerle la gracia a la primera. Con cada nueva escucha captas un nuevo detalle, que ya no se te borra de la mente, y en algun momento te das cuenta de que estás ante la mayor épica de los Peppers, su manifiesto más ambicioso. La primera parte simula una parodia de diálogo entre el señor Psycho Sexy y sus gruppies, en un tono de diversión gamberra. Pero la canción se va transformando poco a poco, a medida que pasan los minutos, en una fantastica experiencia que trasciende cualquier límite. Me gustaría que los rasgueos de guitarra de los últimos minutos sonaran cuando esparzan mis cenizas; parecen resumir mi vida.




"Grace", del disco "Grace" (1994), de Jeff Buckley.

sábado, 18 de mayo de 2013

Últimamente estoy algo ocupado, ya caeran más revisiones en las proximas semanas, paciencia
Saludos!

jueves, 2 de mayo de 2013


Faith no More - << Angel Dust >>  (1992)


Set de canciones:  01. Land Of Sunshine  02. Caffeine  03. Midlife Crisis  04. RV  05. Smaller and Smaller  06. Everything's Ruined  07. Malpractice  08. Kindergarten  09. Be Aggressive  10. A Small Victory  11. Crack Hitler  12. Jizzlobber  13. Midnight Cowboy  14. Easy

Nota:  9-/10
Mejor Canción: Midlife Crisis


Los Faith no More no se podían contentar con un disco comercial y exitoso como es "The Real Thing", no. El público esperaba con ansia que es lo que vendría después de ese disco, y los tipos sorprendieron al mundo. "Angel Dust" es el suicidio a nivel comercial de una banda que gracias a ello pasó a ser de cabecera. De hecho este álbum es la biblia de un montón de bandas que intentarían imitar su sonido en el nu-metal como "System of a Down", así que su influencia es incuestionable. Este disco es el legado imperecedero de Faith no More, y lo es gracias a que nunca una banda había sonado tan RETORCIDA. Estas 14 canciones suenan oscuras, eclécticas, tétricas... y ese es justamente el punto a favor del álbum. Pero también su punto en contra. Me explico:

"Angel Dust" es un álbum de atmosferas vuela-mentes que te mete el miedo en el cuerpo y es ideal para escuchar, por ejemplo, cuando la noche se apodera de la ciudad y paseas por las oscuras calles. Tu imaginación se expande de repente y la música te transporta a una nueva dimensión en que la oscuridad hecha elegancia es la reina y toma las riendas de tu cerebro. Esa característica es a su vez el motivo por el que "Angel Dust" no es un disco para escuchar a menudo, pues si intentas saborear su propuesta musical en un contexto de paz y harmonía, probablemente no te va a gustar (y lo digo por experiencia). Claro que hay temas pacíficos, como todo buen disco tiene ("Midnight Cowboy" y "Easy"), pero este disco es de esos en que los temas forman un conjunto. Desde el inicio adrenalítico de "Land of Sunshine" o "Midlife Crisis", pasando por el agujero oscuro de la mitad del álbum, y para terminar esta tortuosa senda los delicados últimos dos tracks. Realmente me gusta escuchar el álbum entero, aunque sea una experiencia casi masoquista.

Pasemos ahora a hablar de lo estrictamente musical: Un factor a destacar es la complementación entre los músicos, pues es perfecta. Cada uno de los 4 integrantes juega un papel muy destacado: Mike Patton hace una mejora ostensible a la hora de cantar, pues mientras en "The Real Thing" a menudo sonaba muy nasal en canciones que quizá hubiesen sonado mejor cantadas normal (por mucho que el tio lo hacía expresamente), en "Angel Dust" se deja de tonterías y demuestra que tiene una voz sublime y llena de recursos como nunca se había visto. Puede pasar de rapear, a cantar suavemente, entonces dejar boquiabierto con unas melodías en tono mesiánico fabulosas y de repente salirte con un remolino de chillidos inhumanos que ponen los pelos de la nuca de punta. Además sus variadas letras tratan asuntos turbios (dinero, pobreza) y a menudo tabúes (masturbación, sexo oral), volviéndolo todo más estrambótico aún. 

Pero Mike no está solo, Bordin en la bateria y Gould en el bajo proporcionan una base perfecta de funk. Muchos temas están estructurados sobre el bajo "slap" de Gould, pues proporciona un gran dinamismo. Igualmente el alma de "Angel Dust" se encuentra sin discusión alguna en los teclados de Roddy Bottum. Pues el elemento que consigue que el estilo del disco me fascine es el acompañamiento de fondo de los teclados celestiales. Todos los temas están empapados del sonido de ese instrumento y sin ello los temas lograrían la mitad del impacto que logran. Igualmente cuando no suena el teclado por lo menos tenemos una muy buena guitarra metalera de Martin, que pese a tener poco protagonismo, añade capas de sonido y nos regala algunos GRANDES solos (aunque acostumbran a ser bastante cortos).

Lo mejor del álbum es su implacable comienzo. Los 5 primeros temas conforman un quinteto de genialidades dispares que son la mejor carta de presentación para el oyente. A "Land of Sunshine" le debo haber descubierto el disco. Le di al enlace de youtube sin querer y empezó a sonar. En aquel momento no tenía muy claro si me gustaba la canción, pero noté que había "algo" especial en ella. El arranque de bajo es un golpe magistral y te enchufa energía. Las líneas descendentes de piano y las risas diabólicas a las que nos tenía acostumbrado Mr Bungle (el otro proyecto de Patton) aparecen aquí evocando una pesadilla bizarra de circo. También vemos que el teclado va a tener mucho más peso en los temas del disco que su antecesor "The Real Thing". De este tema destaco la dinámica lograda entre partes, como esa súbita bajada de intensidad en la mitad.

Un poco más heavy es "Caffeine", con una primera parte muy metalera en que Patton rapea. Pero lo mejor es el contraste del minuto 2. ¡Ahh CÓMO ME GUSTA! Esa sección es lo mejor de Angel Dust, créeme. La melodía mesiánica de Patton te envuelve mientras de fondo Martin y Bottum crean un muro sónico helado que de ninguna manera te deja indiferente. El tema en sí no sería una gran cosa interpretado por otra banda, pero tal y como lo hacen Faith no More es una joya de las buenas. Los repiqueteos inconfundibles de "Midlife Crisis" ya suenan. Se trata del tema más conocido junto a "Easy", el funk-metal del primer tema vuelve a cobrar magnitudes insospechadas, convirtiéndose quizá en el track que más me gusta de la placa. La introducción de batería y los versos de Patton te avisan de que nos encontraremos con otro momento mesiánico:
"Sense of security
Like pockets jingling
Midlife crisis
Suck ingenuity
Down through the family tree"
¡Qué melodía irresistible señores! especialmente cuando Patton entona a coro el título del tema, la cosa se convierte en una experiencia super adictiva. Pero esto no es lo mejor, no. El clímax se encuentra en esa corta sección atmosferica de la mitad en que Patton y compañía juegan a hacer art-rock y nos deleitan con una combinación esplendorosa. Para terminar el tema, el puente pero con voces superpuestas, en otro momento bizarro para enmarcar.

La harmoniosa calma precede con "RV", un tema que da un descanso y nos sumerge en un entorno elegante de guitarras llenas de detalles y un Patton que se alza ahora como "crooner" (cantante de raza blanca que canta en tono grave de forma sensual la típica música de bar de noche). Hay que admitir que es solo un experimento, pero les sale sorprendente bien. Además, no desentona con el aura maligno general, pues se puede notar una cierta tensión subrepticia. Otra ganadora es "Smaller and Smaller", pues aunque cuente con partes que directamente son un nudo en la garganta, la melodía de Mike con un aire árabe es profunda y fascinante, y el solo de Jim Martin vuelve a ser muy apropiado, demostrando que los solos también pueden ser cortos y efectivos (podrían aprender algo Metallica). Como dice el dicho: menos es más.

Aquí termina mi parte preferida del disco. Los temas siguientes apuestan por atmosferas más oscuras aún, destacan en ese sentido las aberraciones de "Malpractice" y "Jizzlobber", de lejos lo más heavy y excéntrico que encontrarás aqui. Ambas son ejercicios de técnica en que los músicos demuestran que aparte de ser maestros en crear ambientes, conocen el alcance de su instrumento. "Jizzlobber" es especialmente perturbante, tan heavy que no te dá ni un momento de misericordia en sus casi 7 minutos, salvo en el final, donde Bottum con un órgano y Patton con su voz angelical crean toda una pequeña sinfonía de música clásica. En "Malpractice" la voz de Patton es la protagonista indiscutible pues pasa de los gritos al más puro estilo grindcore, a suaves partes pop. Muy Bungleniano.

Claro que también hay temas mucho más amables; "A Small Victory" es, por algun motivo que se me escapa, idolatrada por los fans, mientras que a mi no me parece más que un amable tema de funk-hip hop. Aprecio bastante más "Be Agressive", un tema funk con una voz femenina que deletrea A-G-R-E-S-S-I-V-E en el estribillo de un modo que siempre te arranca una sonrisa. Como curiosidad, es una canción con su historia, pues los miembros de Faith no More se llevaban tan mal que el tema, que va sobre el sexo oral, fue hecho al parecer como disputa vengativa (no quiero saber de quien a quien). 

Hay bastantes temas en esta segunda mitad que son muy decentes. A "Kindergarten" no la puedo nombrar gran tema por la melodía disonante cantada en el estribillo, pero todo lo demás está perfecto y no daña la consistencia. Me gusta como el tema hace un crescendo a partir de la mitad, que desemboca en un brillante solo de guitarra. "Everything's Ruined" es otra joyita con ese sonido tan "angel dust", la guitarra y el teclado toman protagonismo y llenan la canción de texturas frías y acordes  largos y aplastantes, mientras el bajo se mantiene vivaz. No hay nada demasiado malo que decir sobre este tema. En esa línea encontramos un verdadero "coctail" efervescente que es "Crack Hitler", tema con muchos cambios que en su conjunto quedó como un producto redondo. La introducción guitarrera es enfermiza, y el bajo vuelve a coger la batuta pues todo el tema se monta a través del slap de Gould. A momentos nos encontramos con el funk más puro, hasta que irrumpimos en unos coros de estadio. Lo mejor es sin embargo la pausa del final, que retoma el peligroso inicio y muestra a un Patton que canta una melodía electrizante y hermosa.

Este recorrido de sorpresas, elegancia y frialdad termina con dos covers tranquilos y que nos sumergen en un plácido sueño, sin el que "Angel Dust" no sería lo mismo. El primero es el cover instrumental "Midnight Cowboy" de John Barry, una cascada de capas de guitarra y teclado que envuelven al oyente de un halo de melanconia. Aun y su emotividad, se me hace un poco corto. Este era originalmente el cierre del álbum. Más adelante se añadió la versión de los Commodores del tema "Easy", una balada sencilla y con un aire a clásico inmaculado. La voz de Patton incluye un aire soul bien auténtico (¿ven lo que dije de que era un cantante versátil?) y la melodía es de 5 estrellas, cuando la escucho afloran recuerdos como si conociera la canción de toda la vida. Y el solo de guitarra es el broche final para el álbum.

 La majestuosa garza que posa elegante en la portada del disco da una idea de lo que se va a encontrar a lo largo de las 17 canciones. Un clima helado como la punta de un iceberg, que sin embargo guarda algo de bello y seductor. Por ello este disco se ha convertido en un álbum de culto de los 90s. Cuando la sombra de un fantasma de la noche se cuela en mi imaginación, toca escuchar "Angel Dust".


martes, 30 de abril de 2013


Jane's Addiction - << Ritual de lo Habitual >>  (1990)


Set de canciones:  01. Stop!  02. No One's Leaving  03. Ain't no Right  04. Obvious  05. Been caught Stealing  06. Three Days  07. Then She Did...  08. Of Course  09. Classic Girl

Nota:  9-/10
Mejor Canción: Three Days



Vaya un disco más especial. Esto es lo primero que se me viene a la cabeza cuando pienso en "Ritual de lo Habitual".

Viajamos a los principios de la década de los 90. Red Hot Chili Peppers ya son famosos después de su "Mother's Milk", Faith no More están por el mismo nivel con su "The Real Thing", y los Jane's se habían ganado el cariño de los fans con su primer disco de estudio, "Nothing's Shocking". La escena alternativa se estaba haciendo un nombre y era el pistoletazo de salida de todas las bandas que surgirían en los 90. Igualmente las cosas ya no iban tan bien entre los Jane's Addiction. Las peleas en el seno de la banda eran ya un "ritual habitual" (lo sé, hoy no estoy muy inspirado), y el álbum fue realizado en un ambiente tenso y difícil. Las sesiones de grabación no se pudieron empezar en el momento deseado debido al enfado entre Farrell y Avery, así que se empezó a grabar el disco desde la base. Finalmente Farrell se decidió a entrar a grabar y se pudo concluir el trabajo. Durante las sesiones, el grupo se tomó un descanso de varios meses antes de que se reanudase la grabación. Farrell, aunque brevemente, estuvo en rehabilitación de drogas, mientras que Navarro, declaró posteriormente que casi no tenía ningún recuerdo de trabajar en el álbum debido a su adicción a la heroína. La gira de 13 meses que se hizo a posteriori para promocionar el álbum fue, según palabras de Farrell, "la mitad de la razón por la que acabamos siendo incapaces de soportarnos unos a otros".

Sabiendo esto sería fácil imaginar que los músicos compusieron temas mediocres y inacabados, fruto de la problemática situación en que se encontraban. Ocurrió justo lo contrario. Uno de los pros del disco es justamente que las canciones están realmente bien trabajadas, yo creo que incluso más que las de "Nothing's Shocking". Hasta el punto que pareciera que les bastaba una mirada para comunicarse mientras tocaban. Además, aquí no hay ningún experimento fallido ni nada hecho con prisas, los temas están interpretados de forma INMACULADA. Farrell canta con un sentimiento desbordante que no se volvería a ver, las letras son profundas y narran historias trágicas/místicas de su vida. La base formada por Avery y Perkins vuelve a ser desbordante, otorgando líneas de bajo pulsantes y ritmos de batería potentes y dinámicos. Y claro, Navarro. Lo que hace aquí Navarro es directamente de otro planeta. El tio es un as de la guitarra que entrega siempre grandes solos y riffs, incluso se considera su solo en "Three Days" uno de los mejores de la historia. Pero lo mejor de Navarro no son sus solos, sino el sonido que otorga a los temas, sobre todo a los 4 últimos, las baladas. Las capas de guitarra que crea le añaden el aire MÍSTICO que hace de este disco un sueño de fantasía a la altura del mejor Page.

El disco está claramente dividido en rockers y baladas. Los primeros 5 temas están caracterizados por guitarras aceleradas y movimiento. Los 4 últimos son la parte solemne del disco, y son en realidad el plato fuerte del menú, el material que hace de "Ritual de lo Habitual" la experiencia mágica que es.

"Señores y señoras
nosotros tenemos más influencia
con sus hijos, que tu tiene...
Pero los queremos
Creado y regalo de Los Angeles...
Juana's Adiction"
Los versos femeninos introductorios, de una gramática muy dudosa, ya son un clásico. Se trata de "Stop!", tema que inicia la senda rockera del disco con un "¡here we go!" por parte de Farrell. Destaca el sentido del ritmo que tiene el tema, gracias a una performance funky ajustada de Navarro y Perkins. Sin embargo me quedo con la sorprendente estrofa melódica que aparece en la mitad, muy calmada. Solo los Peppers del Blood Sugar podrían competir con una bomba de relojería como esta. "No One's Leaving" y "Ain't no Right" son los siguientes tracks y afianzan el buen nivel de adrenalina. Ambos son quizá un poco repetitivos pero por otro lado vemos a un Navarro en estado de gracia arrojando solos dinosáuricos a mansalva.

"Obvious" es un poco diferente. El rock desenfrenado ya no es la premisa principal sino que lo son los tintes místicos que tanto caracterizan al grupo. La voz de Farrell se funde con acordes de piano de fondo y con el prominente trabajo de Navarro, del que destaco esta vez el tono de guitarra que usa, evocando exóticos paisajes árabes. "Been Caught Stealing" es el momento más funky del disco y es quizá el tema que más éxito comercial obtuvo (pues es uno de esos temas que te alegran el día instantáneamente). La clave para que todo funcione es Perkins, con una base de batería SUPER ADICTIVA. Farrell nos narra una de sus pasiones aparte de la música: robar en grandes almacenes (merece la pena ver el videoclip para echarse unas risas). 

Aquí acaba la primera parte del disco, que sin ser mediocre, pues los temas están llenos de detalles, no puede hacer competencia a los 4 últimos temas. Y es que esto es el verdadero núcleo de "Ritual de lo Habitual".  El cambio radical de "Been Caught Stealing" a "Three Days" me sigue sorprendiendo hoy en día. El funk más descarado da paso a una oda elegíaca de 10 minutos monumental, que parece resumir toda la vida en unos acordes. Se trata de la historia de un fin de semana de sexo y drogas que pasaron Farrell, su novia y una tal Xiola Bleu, una amiga de Farrell que murió por sobredosis a los 19 años. El disco está dedicado a ella, y podemos ver que la conocida portada de las 3 esculturas desnudas (realizada a mano por Farrell) hace referencia directa a ese recuerdo. "Three Days" es una auténtica marea alucinógena imposible de describir (es probablemente el mejor tema de la banda). Ya ante el melancólico riff de guitarra inicial sabes que estás ante algo muy especial. Lo que fascina es la química entre los músicos, se podría decir que nunca una banda sonó tan unida, todo encaja, está perfecto tal y como está. Esta marea de cambios va "in crescendo" manteniéndote expectante, hasta la entrada del solo de Navarro. Ahh que sensación. Vaya un solo más revelador y apasionado, si esto no te derrumba emocionalmente es que no eres humano.

Pero para que seguir hablando de "Three Days", solo tienes que escucharla. "Then she did..." le sigue muy de cerca, de hecho es mi segunda preferida de la Juana. Nos inunda la calma y pacíficas líneas de bajo y de guitarra nos envuelven en una atmosfera melancólica como pocas, mientras Farrell ilumina con una de sus mejores melodías. De repente un riff de guitarra nos devuelve a la realidad de forma brusca y le da el toque serio que le faltaba al tema. Cada una de las notas que siguen, cada detallito de piano y de guitarra se clava como una navaja y es una huella imborrable. Todo es atmosfera... una atmosfera que pasa de la sutileza más pura a la catarsis sónica más contundente. La letra habla sobre el suicidio de la madre de Farrell cuando este solo tenía 4 años. No hace falta tomar LSD para hacer un viaje de 1 millón de quilómetros. Para eso ya está "Then she did...".

Toda la frescura épica de los dos temas anteriores termina con "Of Course", pero no por ello deja de ser un highlight. La música nos traslada esta vez al centro de una danza curda, en una plaza soleada decorada con telas de mil colores. Un encantador de serpientes toca la flauta y de un cesto emerge con movimientos sinuosos una gran cobra. Esa cobra es lo que el violín a la canción, el principal protagonista. Farrel canta en un tono inocente mientras la percusión lleva a cabo un acompañamiento pausado y una pandereta le da el aire folclórico, al más puro estilo hindú. El papel del violín contribuye de manera perfecta para lograr, a momentos, un clima de tensión.

Para terminar el disco no podría haber mejor canción que "Classic Girl", que es la melancolía en su mayor expresión musical. La gracia del tema (o desgracia, según como se quiera ver) es que trae de forma irremediable a la mente recuerdos del pasado. Las guitarras son de calidad Zeppeliana y la voz de Farrell te somete a una atmosfera de reflexión que aún está por ser superada en la música (NO, no exagero). También aparecen partes de percusión tribal que le dan la cara amable. El disco termina con unos finos rasgueos de guitarra. "Ritual de lo Habitual" ha terminado. John Frusciante dijo alguna vez que era el mejor disco que había escuchado en su vida, creo que tenía razón.

viernes, 26 de abril de 2013


Mr Bungle - << Disco Volante >> (1995)


Set de canciones:  01. Everyone I Went To High School With Is Dead  02. Chemical Marriage  03. Carry Stress In The Jaw  04. Desert Search for Techno Allah  05. Violenza Domestica  06. After School Special  07. Phlegmatics  08. Ma Meeshka Mow Skwoz  09. The Bends  10. Backstrokin'  11. Platypus  12. Merry Go Bye Bye

Nota:  9+/10
Mejor Canción: ???



"Disco Volante" es la historia del suicidio de un cerebro. El mío.
No suelo empezar las revisiones con aseveraciones contundentes, pero el segundo trabajo de los Bungle es una obra maestra, y es uno de los mejores trabajos de los 90. Se trata además del disco por el que descubrí a la banda y por el que me fascinó su propuesta. Es conveniente hacer una comparación con el primer disco de la banda (el homónimo), para entender el entramado del álbum. "Mr Bungle" fue realizado en el 1991 y sorprendió con una propuesta estilística que mezclaba funk, ska, metal y música de circo. Un solo tema podía tener 20 secciones diferentes, saltando de un estilo a otro en segundos. A veces se conseguía con ello piezas realmente seductoras, como "Quote Unquote" y "The Girls of Porn", un éxito como experimentos. Pero también era cierto que buena parte del disco está formado por tracks tan arriesgados que en realidad dejan algo indiferente. Un punto positivo de "Disco Volante" es que ahora ya si que no hay barreras estilísticas, puedes encontrar una grandísima variedad de estilos que incluso supera a la de "Mr Bungle": música de circo, jazz, free jazz, pop a lo Beach Boys, tango, "cartoon music", chill out, death metal, trash metal, música árabe, música techno, música operística... 

Si esa fuera la única diferencia entre ambos discos, estaríamos hablando de otro disco decente y punto. El verdadero mérito de "Disco Volante" es que los temas no solo están hechos para entretener, sino que DICEN COSAS. Es decir, la atmosfera ahora es más seria y la banda suena trascendental, ya no es todo tan complaciente. Ahí está la clave: indudablemente "Disco Volante" no es un disco de rápida digestión y para pensar "uou, oyendo esto me siento como un loco". Este álbum va un paso más adelante, pues es la locura misma. Necesitas bastantes escuchas para que te vaya entrando poco a poco, y no es de extrañar que muchos fans lo rehúyan diciendo que es una música demasiado experimental. Otra diferencia es que en "Mr Bungle" nada tiene sentido si se tiene en la mira el orden de las secciones, aqui en cambio FLUYEN COMO EL AGUA y una vez que las vas conociendo, te das cuenta de que las composiciones están más logradas y trabajadas.

En definitiva, "Disco Volante" es la cúspide absoluta del universo Bungle, toda la imaginación de sus integrantes, toda la esquizofrenia surrealista se encuentra aquí antes que en otro disco.

Por eso es una pena que esta aventura sideral comience de forma tan lastimosa: "Everyone I went to High School with is Dead" no solo es el peor tema de Bungle, sino que es uno de los peores de mi discografia. No hombre. No puedes empezar un disco tan fascinante con un pasaje death metalero tan horrible. Se trata de una bola de ruido y distorsión de la que no puedo oir ni una triste nota, pues no la hay. La batería arma jaleo mientras una secta satánica hace un cántico invocando a Satanás, y Patton chilla por encima. Que interesante. Solo por ello no le puedo poner el 10 al disco. Por suerte la banda nunca vuelve a caer tan bajo y a partir de aquí empieza el vuelo de la imaginación: "Chemical Marriage" es sencillamente indescriptible. Podría decir que es un número de circo pero me quedaría TAN corto... la instrumentación es fabulosa y la voz de Patton ilumina todo con detalles vocales y coros inolvidables. ¿Recordáis lo que dije de secciones que fluyen como el agua? este tema es el mejor ejemplo. De repente nos encontramos un órgano maquiavélico que es seguido de un pasaje de jazz muy calmado, vaya una sensación.

La siguiente estación de este viaje es la épica "Carry Stress In The Jaw", una aberración de ¡13 minutos! que acostumbra a ser la preferida del público. La verdad es que al principio no me emocionaba, pues no tengo un gran aprecio por el death metal. El tema está dividido en 2 claras partes. La primera es una improvisación atonal que es una mezcla de free jazz y death metal. Patton empieza cantando encima de todo ello en un idioma inventado hasta que llegamos al pasaje metalero, pero por suerte no se conforman y aparecen más y más cambios. Entonces se hace el silencio y Trevor Dunn, esta vez de cantante, nos introduce en la segunda parte diciendo "Quiet, don't tell anybody... don't let 'em know". Lo que viene ahora es el "momento Bungle definitivo", la música de circo es aquí la premisa principal y siempre que la oigo me vuelvo loco y empiezo a saltar como un poseso. La melodía de Dunn es exactamente lo que esperarías del abuelo Simpson cantando. Al parecer esta segunda toma de la pieza era solo instrumental, pero Dunn, a espaldas de los demás gravó su voz encima y así quedó en el disco.

"Desert Search for Techno Allah" me puede. Es el único momento del disco en que se mezcla música electrónica con música árabe y metal, pero el resultado está logradísimo: la composición es terriblemente buena. Los tambores dan un aire exótico al principio, entra entonces una base electrónica en que Patton canta como un robot y nos conduce a un crescendo. Fiummm unos riffs electrizantes de guitarra aparecen como apisonadoras y emergen de la nada escalas árabes. Patton le pone la guinda con unos gritos desgarradores. El tema prosigue así y me traslada a un mundo virtual de videojuego en que vuelo encima de una alfombra mágica por encima del desierto árabe, rozando mezquitas de las que salen cánticos religiosos. Los últimos minutos sugieren la idea de un aprisionamiento, la atmosfera te quita el oxigeno y la muerte está cerca.

El vuelo en alfombra nos deja en Italia, pues suena "Violenza Domestica". El inicio es bien aterrador pero un acordeón aparece a modo de tango. Patton canta ahora en italiano... "In posti che ti faranno male per il RESTO DELLA TUA VITA!" La banda explota y se oyen cascadas de escalas de piano descendentes, es música psicópata de circo. Por suerte la cosa se calma hasta el punto de volverse enfermiza con un Patton que provee al tema de coros angelicales-sensuales. Lo mejor aparece sin embargo cuando susurra esos "Ascolta... Ascoltami bene...". ¡Se puede palpar la tensión! Los detalles de la instrumentación lo cubren todo de un aura bizarra bien enfermiza que ve su clímax en el verso "Perche' la tua lingua e' mia! Mia! MIA!" Nunca Patton sonó más intimidante. El combo explosivo de estas tres piezas termina con la calmada "After School Special", un tema más corto en que Patton canta una melodía bellísima que deja en ridículo a los mismos Beach Boys. El tema termina con los desvaríos mentales de lo que parece la voz distorsionada de un niño que ríe malvadamente mientras pregunta "¿Why are you touching me?". Sin comentarios.

"Phlegmatics" vuelve a enchufar adrenalina al oyente con un inicio punk-metal bien machacón. El tema alterna entre diferentes atmosferas. A ratos la bateria acompaña espoleada por el diablo, hasta que una sección de vientos al más puro estilo de King Crimson coge la batuta. Sin embargo, no es más que una acertada viñeta. La cuarta épica es la imparable "Ma Meeshka Mow Skwoz", que recuerda en atmosfera a la arábica "Desert Search...", pero es un tema más divertido y dinámico. El protagonista es Patton, pues explota su rango vocal al límite. De hecho cuenta la leyenda que el tipo inventó un idioma para esta canción. La letra es incomprensible, y siempre que la oigo me siento atraído por la idea de intentar cantarla. Sin embargo lo que destaca es que las melodías de los instrumentos que aparecen al principio, ¡después Patton las intenta cantar a la vez! y el resultado es el siguiente:
"¡¡soan schwedea dn skatdieap
soan schwedea dn skatdieap
sktoyeum sktoyeum sktoyeum 
dmdipdihdeaudaht zdwitihdihttumptditutiuaaa!!"
Por cierto, nunca escuchéis el tema cuando intentáis dormir en la cama (lo digo por experiencia), pues cuando parece que el tema ha terminado, no una sino ¡dos veces! Patton se pone a gritar y se retoma el tema. Una genialidad que no es para todos los gustos.

A partir de aquí empieza el recorrido más experimental, la bajada a las profundidades inexploradas. La opinión respecto "The Bends" suele ser extrema. Algunos dicen que es la mejor del set, otros la descartan como una masa aburrida de ruidos. Yo formaba parte del segundo grupo hasta que me paré a escucharla con detenimiento. TODO es atmosfera durante 10 minutos. ¡Pero vaya una atmosfera! Pink Floyd intentó algo parecido con su "On the Run" del disco "Dark Side...", pero lo que ahí era una masa repetitiva de electrónica que algunos intentan defender como un viaje galáctico a otro planeta, aquí yo realmente me puedo imaginar ese viaje. Empieza de forma intrigante con unos pocos sonidos de batería, piano y Patton añadiendo pinceladas de canto. El tema se vuelve cada vez más oscuro con esos sintetizadores de la mitad sacados de película de alienígenas. Finalmente hay un cresciendo en el último minuto que parece el despegue de la nave espacial. El viaje ha terminado. 

La dulce viñeta de "Backstrokin'" nos devuelve a los Bungle circenses, funciona como interludio perfecto (la voz de Patton es irresistible) para la quinta y última épica del disco, "Platypus".  El inicio... ¡Madre mía, si son los King Crimson!. Las partes de jazz que aparecen constantemente sirven para que Patton despliegue todo su vozarrón de "crooner". El tema prosigue así en un tono de jazz bastante simpático, pero cuando parece que el tema está perdiendo fuelle surgen de nuevo los riffs guitarreros de la intro. Por cierto, es para desternillarse de risa cuando suenan unas burbujas y Patton dice "hahaha... ¡Bubble pops!"

La última parada del viaje es "Merry Go Bye Bye". El principio está dirigido por una melodia FANTÁSTICA de Patton con claras reminiscencias de los Beach Boys. Es uno de mis momentos preferidos del disco. Pero de repente canta "Merry Go ¡¡BYE BYE!!" y nos sumergimos en un death metal contundente que he de reconocer que no me gusta tanto. Más adelante vuelve a aparecer la gran melodía de la intro, y es precedida por unos ruidos atonales provenientes de instrumentos que la banda encontró por la calle. La forma más singular de terminar el álbum más singular.


Cuando buscas bizarro en el diccionario te sale "Disco Volante". El caso es que no es un álbum perfecto básicamente por el primer tema y el final de "Merry Go Bye Bye", pero es indiscutible que la cantidad de momentos bellos/singulares/maquiavélicos/sorprendentes que aparecen en el álbum es incontable y no encontrarás algo así en ningún otro álbum. Esta revisión fue larga, pero lo merece; es el disco más impresionante que he oído.

Mr Bungle - Disco Volante by luckson on Grooveshark

jueves, 25 de abril de 2013

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