Jeff Buckley - << Grace >> (1994)
Set de canciones: 01. Mojo Pin 02. Grace 03. Last Goodbye 04. Lilac Wine 05. So Real 06. Hallelujah 07. Lover, you should've come over 08. Corpus Christi Carol 09. Eternal Life 10. Dream Brother 11. Forget Her
Nota: 10+/10
Mejor Canción: Todas... pero Grace
Hablar de Jeff Buckley es hablar de un suspiro, de una
bocanada de aire extraño, misterioso, pero a la vez frágil. Y Hablar de su
disco “Grace” es hablar de la vida misma, de todas esas sensaciones que nos
dejan fríos y vacíos, pero también de una situación reconfortante, reveladora y
sobre todo, intensa. Amigos, “Grace” es uno de esos pocos discos que cuentan
con el don de transformarte, difícilmente te dejará indiferente, y es que la
música que Jeff Buckley plasmó en este disco con su banda en el año 1994 es un
trabajo de cabecera, no querría haber pasado por alto el descubrimiento de esta
joya. Recuerdo que un profesor de música me pasó una vez algunos discos, entre
ellos “Grace”, comentándome que era la obra de un músico no muy conocido de los
90, y que probara a ver si me acababa gustando. Yo, con cierto recelo, lo
escuché por primera vez y quedé MUY confundido. Para empezar, estaban las
estructuras de los temas, me pareció chocante como estaban mezcladas sin un
orden claro. Después estaba la base harmónica: acordes raros, extraños, poco
comunes y dispuestos como lienzos en blanco que van a ser utilizados por el
artista. Y claro, la voz de Buckley, él es ese artista. Me quedé impactado por
aquella voz que arrojaba melodías confusas, que pasaba por los registros más
altos y siempre te sorprendía con sus movimientos, pero a la vez sonaba frágil,
se trataba de una voz muy delicada que parecía que se fuese a romper en
cualquier momento. De hecho lo hacía. Cuando Buckley ya me tenía hipnotizado de
calma, estallaba. Era entonces su voz la ira, la bronca misma.
Lo que no imaginaba es que no podría separarme nunca de
aquel nuevo descubrimiento, “Grace”, ni que acabaría dándole infinitas gracias
a mi profesor por la recomendación. Es uno de esos discos que por algún motivo
cobran un significado especial en un momento concreto, no es una obra para
estar escuchando a menudo como si de cualquier disco decente de rock se tratase,
esto pertenece a ese otro mundo que solo visitas cuando necesitas hacer un
hueco en tu rutinaria vida y llenar ese hueco con una experiencia al margen.
¿Vieron? Ya salió mi lado ultra-poético-metafórico, pero es que eso es
exactamente “Grace”.
Podría pasarme media hora más haciendo alabanzas al álbum,
pero comentaré que, aparte de la música, que habla por sí sola, destaco que
este disco se mantiene siempre fresco, la música sigue un concepto/estilo tan
insólito que nunca te cansas de ella, oigo los tracks que lo componen y siento
lo mismo que sentí cuando los descubrí, aunque me los conozco como la palma de
la mano… difícil saber el motivo.
Si tuviese que encontrarle una verruga al disco, solo se me
ocurre que no me entró a la primera, tuve que acostumbrarme un poco al estilo.
En contraposición, una vez te envuelves de la atmosfera ves que todas las
piezas son brillantes a su manera, todas están llenas de detalles y tienen un
halo mágico, desde la belleza sencilla de “Halleluyah” a el feeling soul de
“Forget Her”, pasando por la dureza extrema de “Eternal Life”. Es en ese
sentido también bastante variado, aunque siempre desde la misma perspectiva melancólica,
de manera que el álbum en sí constituye un producto muy redondo y cohesivo.
Contexto histórico:
Viajamos al 1994 con la máquina del tiempo, encontramos al
grunge en su clímax, con Kurt Cobain muerto en abril de ese mismo año.
Igualmente se trata de uno de los mejores años para la década noventera, con
trabajos como “Superunknown”, “Vitalogy” y “The Downward Spiral”. Jeff Buckley era un
cantante que había estado probando alguna actuación con bandas de diversos géneros,
y finalmente reunió a una banda de músicos muy talentosos y aparecieron de la
nada con este álbum bajo el brazo. “Grace” no tuvo un impacto inicial y no
empezó vendiéndose bien pero la banda realizó conciertos en pequeños clubes.
Muy poco a poco fueron captando la atención del público amplio, pero ya era
demasiado tarde. Jeff apareció muerto el 29 de mayo de 1997 flotando en el rio
Wolf River Harbor de Memphis. Nunca se pudo confirmar el motivo de aquello que
pareció un suicidio. Tras la muerte de Jeff el disco se fue haciendo poco a
poco más conocido, llegando a vender millones y recibió los halagos de la
crítica y el público. Fue además un disco muy influyente y muchos músicos
reconocen sentirse identificados con la voz de Buckley, entre otros Cornell de
Soundgarden y Yorke de Radiohead, solo por decir algunos.
Grace abre con una demostración clara del estilo del disco:
“Mojo Pin”. Aparecen las primeras texturas por parte de la guitarra, y entra
Jeff con su voz sinuosa, que alterna el falsetto con una voz seria, grave. Las
guitarras le dan minimalismo, pero de repente el tema EXPLOTA en una jam
furiosa, que volverá a aparecer en el final de forma aun más salvaje. Se trata
de uno de los temas menos amables del disco. Como si se pudiese mejorar la
obertura, suena “Grace”, el tema que da nombre al disco y el verdadero
highlight, con un riff inicial que desde la primera escucha sabes que es un
clásico. Se trata de una marea sofocante, enfermiza a ratos, misteriosa como la
noche misma. La voz de Jeff es la clave aquí, con unas melodías simplemente
perfectas, que van creciendo, creciendo y el final… ¡la locura misma! Jeff
Buckley canta más alto que nunca esos versos “Wait in the fire...” que te
noquean irremediablemente.
Llega el momento de calmarse y “Last Goodbye” realmente lo
consigue. Se trata de un tema acústico, amable, una joyita del pop y la que
consiguió más éxito comercial de primeras. No me alucina tanto como esas cosas monumentales que son Grace, Halellujah... pero no deja de ser un gran tema, del que destaco el
arreglo de violas, en un estilo cercano al árabe. Se puede notar la influencia de los Zeppelin tardíos de temas como Kashmir aqui. La misma atmosfera sigue con
“Lilac Wine”, un tema introspectivo que nos muestra como una melodía de unas
pocas notas y mucho espacio puede sonar grandiosa. La primera parte nos sumerge
en un sueño plácido, pero un arpegio de guitarra le pone la tónica seria
mientras Jeff nos avisa “¡Listen to me, I cannot see clearly”! Fabuloso.
Regresamos a la senda extraña del principio con “So Real”,
reminiscencia directa de “Mojo Pin”, pues cuenta con una estructura parecida,
que alterna los momentos más calmados, acompañados de una guitarra que se
balancea, con el lado esquizofrénico de Jeff, que nos brinda un final a coro
para enmarcar.
A partir de aquí la banda se sumerge en una espiral
optimista y calmada, que empieza con la archiconocidísima versión que Jeff hizo
del “Hallelujah” de Leonard Cohen, y no solo la supera, sino que pareciera que
el tema fue hecho para ser interpretado por Buckley. Lo que con Cohen era un
tema bastante alegre con un guiño al soul, aquí es una oda a lo sincero, y
Buckley canta el canon con una delicadeza que te dejará en volandas siempre que
lo escuches. Él sólo toma su guitarra y da rienda suelta a su faceta de
cantautor, nada más que voz y guitarra. Mis momentos preferidos son ese
interludio de guitarra de la mitad, y el final en que Jeff mantiene ese largo
tono es de una belleza indiscutible. Le sigue el mejor tema puramente pop del
disco, “Lover, you should’ve come over”, uno de esos temas que en las 5
primeras escuchas no te dicen nada y en la 6 ya es tu preferida. Destaca la
impecable melodía de Buckley y todos los detalles que adornan al tema, como
esos coros femeninos del final. Para acabar con la parte tranquila tenemos el
cover “Corpus Christi Carol”, que si bien podría ser considerado el relleno más
obvio del disco es, por lo menos, un muy buen relleno, debido a una atmosfera
angelical relajante como pocas.
Pero la sección tranquila tenía que verse interrumpida en
algún momento. Lo más sorprendente es que ocurra con un tema de tan marcado
contraste como es “Eternal Life”, un tema DESPIADADO y peligroso como el filo
de una navaja, no pasa de uno de los mejores rockers que haya oído. Ya ante ese
cresciendo de la intro intuyes que estás en peligro. Y la banda al completo
explota en un tema con una base heavy metal (si, leíste bien). Buckley haciendo
heavy metal… ¡pues a los tipos les sale de maravilla! las guitarras suenan
sucias sin compasión, Jeff entona frío y
de mala gana una letra de carácter barroco, con versos como éstos:
“And as your fantasies are broken in two
Did you really think this bloody road would
pave the way for you?
You better turn around
and blow your kiss hello to life eternal, angel”
Did you really think this bloody road would
pave the way for you?
You better turn around
and blow your kiss hello to life eternal, angel”
El tema va creciendo en intensidad como
en “Grace”, y Jeff nos regala una de sus mejores actuaciones, en el final,
completamente desquiciado, pero a la vez súper atrapante.
¿Queréis más temas fantásticos aun? ¿Se podría pedir más?
Pues tened “Dream Brother”, otro tema imposible de describir, repleto de
texturas, de cambios, de pasajes psicodélicos… y ante todo condenadamente
triste. La batería es aquí uno de los puntos altos, con unos ritmos que se te
quedan clavados, pero hay más, como esa sección psicodélica que hay justo antes
de que las guitarras exploten en un furibundo rocker, menuda masterpiece.
Para acabar hay un track, “Forget Her”, que se incluyó
posteriormente en las ediciones de Grace, que forma parte de las tomas de
grabación del disco, pero que Jeff no quiso añadir pues era demasiado personal,
al parecer sobre el recién final de la relación con su novia. No conocía este
tema hasta hace poco, y ya me arrepiento de ello. La melodía vuelve a ser de
primerísima categoría, optando por momentos por el soul, y las guitarras… ¡que
guitarras! El solo que se encuentra al final es corto pero de un sentimiento
insospechado, muy buen material.
El álbum perfecto no existe, pero “Grace” se le acerca de
forma peligrosa. Decía que Blood Sugar Sex Magik era el mejor disco de los 90
pero pasaba por alto el trabajo de Jeff Buckley, que definitivamente lo es. Bueno,
no he escuchado todos los discos que salieron en los 90’ (¿alguien lo ha hecho?
Que reciba mis honores), pero muy interesante y impactante ha de ser un disco
para que logre acercarse a Grace. No desaproveches la oportunidad de darle escuchas
a este disco, tu subconciente se arrepentiría de ello, créeme.
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